lunes, 21 de diciembre de 2009

The Terror (1963)


Roger Corman, ese hombre. Me sigue pareciendo increíble la forma de trabajar que tiene, rueda películas sin casi presupuesto y a una velocidad demencial. Siempre tengo miedo antes de ver alguno de sus títulos porque no se que me deparará. Quizas una genialidad como "The little shop of horrors" (1960) o una película de intriga como la que nos ocupa.

Sobre el argumento diré bien poco porque vale la pena verla, básicamente trata de un militar francés (Jack Nicholson) que descubre a una mujer en la playa y decide seguirla, lo cual le lleva eventualmente a un castillo donde vive un barón (Boris Karloff) el cual esconde un oscuro pasado.

La primera vez que la vi fue de madrugada por algún canal del satélite. Lo que más me chocó fue la aparición de Jack Nicholson nada más empezar. De hecho fue lo que me hizo investigar sobre ésta película, desconocida para mi hasta entonces. Las sorpresas no terminaron allí puesto que después de ver que era un film de Roger Corman descubrí el nombre del otro protagonista de la misma: Boris Karloff (conocido por "Frankenstein" (1931) y "The Mummy" (1932)). Anonadado es poco, desconocía qué películas había interpretado dicho actor tras los años 40 y de repente surge esta joya.

Me gustaría destacar dos personajes secundarios, por una parte Gustaf el "afonico", interpretado por Jonathan Haze ("The little shop of horrors" (1960), "Teenage Cave Man" (1958)), un joven al que le describen como si tuviera algún defecto mental pero que sólo muestra problemas en el habla. El segundo personaje que me llama la atención es Stefan, el ayudante del barón, interpretado por un jovencísimo Dick Miller ("Gremlins" (1984) y "Gremlins 2: The New Batch" (1990), entre otras), recuerdo haber visto en un documental que lo definían como el "eterno secundario". Corman tenia muy buen ojo a la hora de elegir a sus actores, sin duda.

Por la forma en que está filmada y por las localizaciones no puedo evitar ver paralelismos entre esta película y las de terror españolas de los años 60-70. Muchas veces los pocos medios de los que disponían en aquel entonces (sobretodo por el bajo presupuesto que contaban) agudizaba el ingenio de los creadores por ejemplo a la hora de caracterizar un personaje o de crear un ambiente claustrofóbico. Y hoy en día todas son copias de copias de copias... es tan triste.

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