domingo, 23 de julio de 2017

Dragonheart: A New Beginning (2000)

Aquí la titulamos "Dragonheart 2: Un nuevo comienzo".

Años después de la muerte de Draco, Sir Bowen regresa a la cueva del dragón y descubre un huevo apunto de abrirse y lo deja en un monasterio donde lo custodian durante 20 años. Mansel es el encargado de custodiarlo mientras Geoff, el que limpia los establos, se muere de curiosidad por saber qué esconde.

Aunque resulte difícil de creer la primera película no resultó un exitazo, lo cual propició que la secuela fuese estrenada directamente en vídeo.

No repite nadie de la primera parte. El protagonista es Christopher Masterson (Geoff), conocido por ser Francis en la serie "Malcolm". También sale Harry Van Gorkum (Lord Osric of Crossley), salió en "Gone in Sixty Seconds" (2000) y "Batman & Robin" (1997).

Echa mano de muchas imágenes de la primera película. Nada más empezar sale la constelación del dragón con la estrella de color anaranjado (del final de la película) y Bowen junto con Draco. Durante el primer vuelo de Drake aparece el granero que vuela Draco. Y cuando se tira el pedo de fuego salen un par de explosiones de la primera.

Empieza con una incoherencia (cómo no) con la primera, si Draco era el último dragón ¿por qué guardó en secreto lo del huevo?.

La influencia de Draco es palpable por doquier. El rey lleva un dragón en cada una de sus banderas, en el castillo hay una fuente con una figura que echa agua por su boca, el suelo es un mosaico enorme de otro.

Esta vez el dragón aparece claramente pasado un cuarto de hora. Su aspecto es similar al de Draco, incluso más caricaturesco si cabe. Su nombre es Drake, tampoco se han matado pensando.

La animación es de inferior calidad, lo cual tiene sentido porque su presupuesto es mucho menor.

Y como en realidad no hay mucho que contar deciden añadir un "ninja". Lo cual me lleva a la pregunta ¿a quién pretenden engañar con lo del "chico-que-en-realidad-es-una-chica"?, se le nota de una hora lejos.

Es bastante simple con algunos momentos un tanto ridículos. Pero bueno, la cosa no terminó aquí, hubo otra más.

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